Cada año que pasa siento con más intensidad la sensación de que el día 1 de Noviembre es la fiesta de la hipocresía nacional.
Veo muy a menudo – a lo largo de todo el año- el camino que sube al cementerio y puedo asegurarles que SIEMPRE lo veo vacío, salvo el día de todos los Santos que se convierte en una especia de gira o feria de las vanidades, he llegado a escuchar la frase:
-Hay que ir para que nos vean…
Parece una competición para ganar el premio al deudo más lacrimógeno o gritón, a la tumba más hortera y con los adornos más llamativos, todo eso me produce tal sensación de desasosiego que necesito perderme entre las tumbas que no visita nadie.
No me gusta la gente que llora en día y hora fijados, ni los que recuerdan a los que se fueron solamente delante de una lápida , tengo la sensación de que el mundo está lleno de “comerciantes de lo macabro”
En Gijón – mi pueblo- hay dos cementerios el del Sucu (Ceares) que es el más antiguo y otro moderno que es el de Deva. Las fotos que os dejo están tomadas en el primero que hoy en día está casi en el centro de esta bella ciudad que ha crecido por todos lados. En unos años desaparecerá y su terreno se convertirá en un parque, pero hoy en día aún sigue siendo un camposanto en lo alto de una colina…
“Yo no quiero tumbas
que recuerden mi nombre
y mi lápida
serán mis palabras
en el corazón de los míos”
Lola Bertrand
Veo muy a menudo – a lo largo de todo el año- el camino que sube al cementerio y puedo asegurarles que SIEMPRE lo veo vacío, salvo el día de todos los Santos que se convierte en una especia de gira o feria de las vanidades, he llegado a escuchar la frase:
-Hay que ir para que nos vean…
Parece una competición para ganar el premio al deudo más lacrimógeno o gritón, a la tumba más hortera y con los adornos más llamativos, todo eso me produce tal sensación de desasosiego que necesito perderme entre las tumbas que no visita nadie.
No me gusta la gente que llora en día y hora fijados, ni los que recuerdan a los que se fueron solamente delante de una lápida , tengo la sensación de que el mundo está lleno de “comerciantes de lo macabro”
En Gijón – mi pueblo- hay dos cementerios el del Sucu (Ceares) que es el más antiguo y otro moderno que es el de Deva. Las fotos que os dejo están tomadas en el primero que hoy en día está casi en el centro de esta bella ciudad que ha crecido por todos lados. En unos años desaparecerá y su terreno se convertirá en un parque, pero hoy en día aún sigue siendo un camposanto en lo alto de una colina…
“Yo no quiero tumbas
que recuerden mi nombre
y mi lápida
serán mis palabras
en el corazón de los míos”
Lola Bertrand
12 comentarios:
Tienes razón Lola, no hay fechas para llorar como tampoco para reir.
Por estos lares no hay obligación de asistir al cementario "por el que dirán", sólo por costumbre.
Entiendo que debe irse cuando espiritualmente se siente.
Bella y sabia la reflexión final: "que vivan tus palabras como lápida en el corazón de los que te aman"
Un texto que me llega, Lola, cuando siento que las tumbas de mis seres queridos están expuestas al olvido...
¡Es tan difícil sentirse lejos, tanto para la dicha como la tristeza!
No hay fechas para recordar a los que ya no están. Buen texto reflexivo.
Erika
Tienes mucha razon, Lola, a los seres queridos se les lleva en el corazon, pero las flores no deberian llevarse un dia determinado, sino cuando le sale a uno del alma.
Emma
Ay, que no salen los acentos...
Cada vez me sorprendes , Lola y visito tu Blog con verdadero gusto.
Besos
Eva
Son días para recordar.
Saludos
Rafael
MUy buena esta entrada , Lola y las fotos igual.
Besos
Mariam
¡hay tantas tumbas tristes!
Saludos
Juanchu
Vayas o no vayas al camposanto , el día de los difuntos es muy especial para casi todos.
Saludos Rafael
Lola, yo siento algo especial por los cementerios. Es un sitio en el que me encuentro siempre en paz. El silencio y el recogimiento me inspiran y me hacen sentir bien.
Hola Lola:
Claro que recibí tu visita y me alegro de ello, asi que ya te he puesto en los vinculos, para estar mas cercano a tus letras.
En cuanto a los cementerios, me proporcionan un sentimiento ambiguo: la pena por los seres queridos ya desaparecidos, pero tambien alegria de vivir y olvidarme de esas tonterias por las que uno se preocupa a veces demasiado tiempo.
Un cordial saludo, asturiana talentosa.
Bellas palbras y triste fotos , Lola.
Cariños de
Anina
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