Pasear por las calles de Mérida ( capital autonómica de Extremadura) es como trasladarse a los tiempo del Imperio Romano.
Cada vez que escarban un poco en su suelo encuentran un mar de historia antigua, por eso las calles de su casco antiguo son estrechas y llenas de sabor añejo. En mitad de una cuesta empinada se pueden sorprender tus ojos con la belleza majestuosa del Templo de Diana o con la estatua de la loba que guarda las puertas de La Alcazaba ( dicha estatua es un regalo del pueblo romano al emeritense).
El calor aprieta con fuerza en este verano extremeño por eso “refugiarse en el Museo Arqueológico puede ser una buena opción para el viajero que hace turismo, dicho museo es majestuoso y guarda en sus salas y galerías un trozo muy importante de la ciudad y de su historia, o - por el calor se entiende- bajar caminando hasta el Guadiana y desde su parque –vereda que lo bordea admirar la maravilla arquitectónica que es su puente romano: sus piedras desafían al tiempo a través de sus “ojos” abiertos para que transite el agua.
Punto y aparte sus “joyas de la corona”: El Teatro y El Anfiteatro. Estas dos bellezas de la antigüedad están muy bien cuidados y restaurados en parte: desde ellos se puede percibir la magnificencia de otros tiempos, la arquitectura y la forma de vivir y entender la vida de esos seres que nos precedieron: se te encoje el alma, te sientes pequeña…Hace años tuve el placer de disfrutar la escenificación de una tragedia clásica en ese mismo lugar: fue algo grandioso, nunca lo olvidaré.
Y para terminar no quiero dejar de referirme a lo cómodo que se lo pone la ciudad de Mérida al turista: tiendas de recuerdo, señalizaciones, facilidad en los accesos a los distintos monumentos y una gastronomía de la tierra rica y a precios asequibles. Tendré que volver a Mérida - es un lugar que engancha y aún me quedan muchas cosas por descubrir en ella.
Cada vez que escarban un poco en su suelo encuentran un mar de historia antigua, por eso las calles de su casco antiguo son estrechas y llenas de sabor añejo. En mitad de una cuesta empinada se pueden sorprender tus ojos con la belleza majestuosa del Templo de Diana o con la estatua de la loba que guarda las puertas de La Alcazaba ( dicha estatua es un regalo del pueblo romano al emeritense).
El calor aprieta con fuerza en este verano extremeño por eso “refugiarse en el Museo Arqueológico puede ser una buena opción para el viajero que hace turismo, dicho museo es majestuoso y guarda en sus salas y galerías un trozo muy importante de la ciudad y de su historia, o - por el calor se entiende- bajar caminando hasta el Guadiana y desde su parque –vereda que lo bordea admirar la maravilla arquitectónica que es su puente romano: sus piedras desafían al tiempo a través de sus “ojos” abiertos para que transite el agua.
Punto y aparte sus “joyas de la corona”: El Teatro y El Anfiteatro. Estas dos bellezas de la antigüedad están muy bien cuidados y restaurados en parte: desde ellos se puede percibir la magnificencia de otros tiempos, la arquitectura y la forma de vivir y entender la vida de esos seres que nos precedieron: se te encoje el alma, te sientes pequeña…Hace años tuve el placer de disfrutar la escenificación de una tragedia clásica en ese mismo lugar: fue algo grandioso, nunca lo olvidaré.
Y para terminar no quiero dejar de referirme a lo cómodo que se lo pone la ciudad de Mérida al turista: tiendas de recuerdo, señalizaciones, facilidad en los accesos a los distintos monumentos y una gastronomía de la tierra rica y a precios asequibles. Tendré que volver a Mérida - es un lugar que engancha y aún me quedan muchas cosas por descubrir en ella.
Lola Bertrand
14 comentarios:
Me gustó el texto y las fotos, Lola, conozco érida y tienes razón en lo que nos cuentas.
Saludos
Juanchu
Y bañarte en las aguas del Lago Proserpina... nadar entre siglos de cultura...
Preciosa Mérida, sí señora.
Muy bien difundido el turismo a través de la historia vieja de Mérida, buenas fotos. Julia
Excelente este trabajo, Lola que, a partir de las fotografías nos ilustra sobre la presencia romana en tu tierra...Gracias. Cati
No solamente eres una excelente escritora, sino que además, te revelas como una experta en la captación de imágenes. ¡Felicitaciones!
Qué bueno tenerte dxe cronista , Lola, así viajo a través de tus ojos y tus palabras.
Besos
Eva
Una maravilla Lola, y tus dotes de periodista geniales. Enhorabuena!
Que me ha encantado y pude casi casi pararme en los mismos sitios que tú para apreciar todo el arte, la historia y esa gastronomía tan particular.
Besosssssssssssss!
Vero
La reportera más dicharachera de Iceberg... Un buen trabajo, Lola, estupendo.
Un abrazo
Muy buenas tus fotos y tus letras. Saludos , Lola.
Rafael
Te invito a jugar!!!!!!!!!!
Pincha en el enlace, Los 7 PECADOS CAPITALES, invitación de Mónica, que la invitó Patri que la invitó Garfio .....te aseguro que la vas a pasar genial!
Besotes!
Veronica desde Mariposas & Girasoles
MUY BUENO LO DE LOLA. EN ESTE MUY FRÍO INVIERNO AUSTRAL, VER TUS FOTOGRAFÍAS, SEGUIR TUS COMENTARIOS, ALEGRAN EL ALMA. NO TE OLVIDES LOLA DE LOS QUE ESTAMOS MUY LEJOS.
UN ABRAZO DE XAVIER
me gustó seguirte en tu visita, Lola
Besos
Miriam
Lola!
Bellísimas fotografías, al igual que el texto,
me quedo por aqui de viaje, y gracias por invitarme!
Unbeso
Thelma
Me ha encantado esta visita a Mérida. Viví de niña allí, a unos pasos del templo de Diana. Tu texto me ha traído la ciudad y los recuerdos muy cerca.
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